martes, 21 de junio de 2011

Todos me dicen...

Me contó la mañana que estaba loco por ti, que mi vida ya no me importaba;
mediodía me tranquilizó y me dijo que ya te vería,
me sacó un poco de mi locura,
me apegó un rato más a la vida.
Todos me dicen.
La tarde no me dijo nada,
ni siquiera me miró a la cara,
la noche me meció y susurrando me dijo:
(todos me dicen, pero yo sigo sin estar a tu lado)
"tranquilo, mañana te cegará el sol".
Todos me dicen.


Román Romero Ruiz

Hoy he tenido varias visitas de mis familiares, una grata alegría tras un día enterito de estudio y muerta de calor.
Durante esta visita, como cualquier otra, se ha hablado de mi corazón, de cómo me encuentro y claro, lo ven desde fuera y se sienten mal por cómo ha pasado todo y por mi estado de ánimo. Piensan y, piensan bien, que no lo he superado, que sigo pensando en que algún día volverá a mí. Dicen que las cosas desde fuera se ven diferentes, lo sé, y que nunca volverá porque él ya tiene otra vida y no quiere estar a mi lado. Todo esto lo sé, pero lo que he vivido con él, aunque desde fuera pueda haber parecido que siempre estaba triste porque nuestros caracteres son fuertes, para nada ha sido así, él lo era todo para mí y he sido muy feliz junto a él, ha sido un gran amigo como nadie antes lo había sido conmigo y tiene cualidades perfectas para ser un gran compañero en el viaje de la vida.
Vale que no tengo que mirar siempre atrás y pensar en él, que también debo hacer mi vida, pero nadie sabe cómo es verdaderamente, sólo su familia y su alrededor más cercano. Es una persona estupenda, con un gran corazón y que hace todo lo posible porque la persona que tiene cerca se sienta querida y especial. Tendrá mejores o peores cosas, como todo el mundo tenemos, pero él es especial, es alguien con el que no te cruzas todos los días y cuando te cruzas a alguien como él, sabes que es distinto, que merece la pena cuidar su amistad.
Sé que no la cuide bien, ya no hablo de la relación porque creo que ninguno lo hicimos, pero debí de ser más valiente y sincera para demostrarle que quería ser su amiga, que antes que nada, cuando le conocí, sólo buscaba su amistad, nada más.
Hace poco quise saber si aún quería ser mi amigo... no obtuve respuesta... supongo que ya no quiere saber más de mí. Si algún día cambia de idea... seremos amigos.

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